CHIRIMOYO Y TORROMOTAL: LAS GEMELAS REBELDES
Por:
Ana Valderrama Llontop
David Thorne Vilca
Empezamos
nuestro recorrido hacia Íllimo, con una travesía de hora y media de duración,
pasando por Lambayeque, entre el sonido de las ruedas del carro a toda velocidad
que rebotan haciendo que brinquemos como en un trampolín. Al llegar nos
encontramos, unos pasos más adelante, con el parque central y con ella gente
sentada en las banquetas conversando, así como el Tumi en el centro que le da
un aire señorial, el cual tiene un pasado histórico precolombino (recordemos
que en Íllimo fue encontrado el otrora famoso Tumi de oro allá por el año 1936
por Julio C. Tello y su asistente illimano, don Hipólito Granados Durand), sin
embargo, de aquel rico legado sólo queda el débil referente meramente nominal
para los libros.
Y
es que Íllimo, como distrito a sus 110 años no ha crecido significativamente,
básicamente está distribuido en una zona urbana y una zona rural la cual abarca
la mitad de la población, pero eso no quiere decir que necesariamente posea las
condiciones de vida más básicas. Un ejemplo claro es el agua, que como medio indispensable es fundamental, pero
su situación en los centros poblados se torna difícil y hasta ahora inaccesible.
Los caseríos que tienen agua, la reciben de pozos que ellos mismos hacen o en
algunos casos la Municipalidad los construye, pero en ningún caso la reciben de
parte de Epsel como en la zona urbana, siendo la raíz de todos los males, ya
que el agua que consumen tiene pésimas condiciones, lo que afecta la salud de
todas las familias empobrecidas por carecer de servicios básicos, considerando
además que la principal actividad en estos lugares es la agricultura de arroz,
menestras; entre otros, lo que hace que el agua sea un factor protagónico y
desencadenante en sus vidas. La lluvia en estos lugares es de gran ayuda a sus
sembríos y a que puedan recolectar agua usando este medio.
El
gran problema es el saneamiento del agua que consumen. Según las estadísticas en las áreas urbanas del tercer mundo 170 millones de
personas carecen de agua limpia para satisfacer sus mínimas necesidades: beber,
cocinar o lavarse; en las áreas rurales de estos países el panorama es más
sombrío ya que alcanza a casi 885 millones. Está comprobado que el ser humano
utiliza un promedio de 200 litros diarios de agua.
Teniendo en cuenta todos estos factores, nuestra primera parada se
encuentra a dos cuadras - del mencionado
– parque, donde vive el Gobernador de esta localidad, Angel Cajusol Santiesteban.
Con un apretón de manos ingresamos a su casa y en su pequeña sala, tomamos
asiento en las sencillas sillas de madera. Mi compañero enciende la cámara y el
Gobernador nos empieza a relatar el ambiente que se vive en los caseríos con
mayor incidencia de problemas en el agua: Chirimoyo y Torromotal.
En Chirimoyo, la calidad del agua es
pésima – me cuenta – porque la gente vive no acorde a los avances tecnológicos
que existen hoy en día, a simple vista se puede observar la calidad del agua,
lo mismo pasa en Torromotal; los pobladores toman agua no apta para el consumo
humano.
Le pregunto, si él ha reportado en la
municipalidad los problemas que viven los caseríos, pero de manera vaga,
esquiva y balbuceando dice que sí, y me pregunta si lo estoy grabando ya de
manera incomoda. A lo que le contesto que sí, él me dice que le haga la
pregunta otra vez en una nueva grabación, pero al repreguntar no se centra en el tema de
los caseríos, me dice que ha reportado no solo ello sino los problemas que se
dan en la ciudad, alejándose del objetivo de la pregunta de manera conveniente
y disimulada.
Culmina diciendo: «Mientras existan autoridades, como el actual
alcalde, que piensan que Íllimo se reduce a su Plaza de Armas y dos cuadras a
la redonda sin tomar en cuenta al resto del pueblo y sus caseríos, se va a
seguir acumulando una profunda tensión social que ya se manifestó en las últimas
elecciones».
Torromotal rodeada de pozos
Con todo lo referido de parte del
Gobernador, nos dirigimos a Torromotal en una moto, llegando en unos 10 minutos,
a viviendas dispersas, en su totalidad 26; con una travesía rodeada de
sembríos, maleza y algún caballo, vaca o gallina en el camino.
Nuestra primera
fuente en este lugar es el Pr. De las JASS de este centro poblado, el Sr. Raúl
LLauze Masero, quien no se encontraba en su vivienda, porque se hallaba más
adelante cuidando sus sembrios.Una niña de 14 años – su hija – nos salió al
encuentro y al saber que lo buscábamos, se dirige metros más adentro y grita :
“Papaaaaaaaaaaaaaá, te buscaaaaaan” , mientras esperábamos que llegara, hicimos
algunas tomas de apoyo del lugar y después de un rato llego, saludándonos con
un apretón de manos, a la par que nos identificábamos como alumnos de la Uss
que teníamos el interés de indagar sobre el problema del agua en este caserío.
Primero, nos dio una muestra del agua
hervida que consumen en su hogar, la cual tenía asentada un polvo blanco – yeso
– fue preocupante ver la calidad del agua que consumen, hasta tal punto; que al
no tener otro suministro de agua tengan que consumirla de esta manera,
hirviéndola bien y dejando que esa agua se asiente para tomar el agua sin la
mezcla del yeso.
Posteriormente Raúl, nos llevó hacia
dos pozos, el primero que servía como sustento de agua, pero que actualmente está
lleno de óxido, aguas turbias, estancadas y con telas de arañas, producto de su
nulo funcionamiento.
El segundo metros más adelante, es la que actualmente
dispensa el agua a toda esta población en Torromotal, su tarifa por el costo
mensual del agua es de 5 a 10 soles, pero ya que las condiciones del agua son
malas; no todos pagan, pero lo peor no es solo eso, sino los pozos con aguas
estancadas que filtran al pozo donde beben el agua, y que sus animales también
toman.
Por último, nos llevó hasta un pozo artesanal del cuál parte de los
pobladores del lugar utilizan, donde el agua que filtra tiene evidentes rastros
de tierra y que según nos dijo Raúl y posteriormente nos dirían otros
pobladores, esa fuente se veía contaminada por las filtraciones de una laguna
de aguas estancadas que estaba a pocos metros.
En el recorrido, encontramos a tres
moradoras de este centro rural, que nos manifestaron, como les afecta el
consumo de esta agua a sus hijos y como sus quejas no son escuchadas, a pesar de
la precaria situación. Coincidiendo que todos en sus familias se han enfermado
por consumir este elemento.
Culminando, la estadía en Torromotal,
visitamos al teniente gobernador Jose Santos Díaz Bonilla, el cuál desde el
principio que llegamos al lugar cerca a su domicilio nos observaba fijamente,
pero al desconocer quién era él pasando de largo, cuando regresamos y nos
acercamos a su vivienda, lo encontramos sentado en su hamaca con dos sillas a su
costado (como esperándonos), le preguntamos sobre el problema del agua, pero
natural y pasivamente dijo que en Torromotal: “todo está bien”, nos dio a
probar del agua que tenía en su casa.
Aparentemente el agua estaba bastante
limpia y el sabor estaba entre salado y dulce, pero en mejores condiciones que
la que pudimos constatar alrededor del caserío. Le atribuyo, que los pobladores declaren a favor
de la poca calidad del agua, porque “son de distintos pensamientos, distintas
mentalidades y por ultimo porque son rebeldes”. Luego de terminar nuestro
encuentro con él y con la intriga de que había algo incoherente, regresamos
donde Raúl a quien preguntamos sobre aquel personaje, a lo que respondió “Ese
señor siempre es así, dice que no pasa nada y que todo está bien” a lo que
agrego la esposa de Raúl “Ese señor no toma agua de acá, su hija trae agua de
Íllimo, la escuche comentando eso hace un tiempo”.
Entrando a Chirimoyo
Chirimoyo está dividido, en Chirimoyo
bajo y Chirimoyo alto. El trayecto en moto taxi demora unos 15 minutos, bajamos
exactamente en la Posta Medica, la cual atiende de lunes a viernes hasta la 1 de
la tarde y los fines de semana realizan visitas a las viviendas.
La Doctora
Magiie Villalobos, nos presentó a todo
el personal a cargo, cinco mujeres incluyéndola. Sin hacernos esperar, va al
grano al mencionarle sobre el problema del agua “El tema del problema del agua
aquí en Chirimoyo es de años, surgió porque cuando crearon el pozo que está al
frente de la posta, rodeado de sembríos – me señala con un dedo – lo hicieron
con 5 metros de profundidad, cuando lo correcto es de 10 metros, a raíz de ello
cada vez que se da el tiempo de la siembra del arroz el agua se contamina de
los insecticidas de los sembríos y para evitar infecciones por la toma de esta
agua se cierra la llave general y Chirimoyo no tiene agua por 8 meses, siendo
esta una posta medica – continua – aquí se debería suministrar esencialmente el
agua, a pesar que hemos tocado varias puertas, nadie interviene para resolver
esta situación”.
Con este contexto alrededor del
problema del agua, nos despedimos y vamos en busca de moradores, que
certifiquen esta situación, metros más adelante caminamos unos 20 minutos; con
el sol tan fuerte que sentimos se nos achicharra el rostro. Agotados llegamos a
unas viviendas, para preguntar de manera segura, el problema del agua. Un hombre,
identificado como Víctor Maco, nos da un pequeña entrevista, confirmando el
problema y agregando : “ El problema es que no se puede consumir el agua por la
campaña de la siembra de arroz, es de tiempo, aca nosotros para solventarnos de
agua, las familias de este sector se reunieron y cooperando todos, con dinero
nuestro y una pequeña ayuda del alcalde, hicimos un tanque elevado, de donde
nosotros podemos gozar de agua en cañerías para nuestras viviendas, aquí somos
alrededor de 20 viviendas tan solo en este sector, las demás familias no tienen
este recurso sino que ellos mismos hacen de pocitos para tomar agua”.
Siguiendo el recorrido, ubicamos a
nuestra última fuente del lugar, el Pr. Del JASS de Chirimoyo bajo, el Sr.
Pedro Santa María Morales – él nos recibió de manera amable, pero era muy parco
y mezquino con las palabras al hablar, contestaba las preguntas en una sola
frase y en algunas redundaba, por lo que para sacar una buena información, teníamos
que repreguntar con insistencia a ver si así se obtenía una respuesta más
completa de su parte.
Su declaración, podría resumirse así: “El problema del
agua en Chirimoyo bajo se viene dando hace doce años y hasta el momento el
alcalde no se preocupa por solucionar el problema en el problema, no ha hecho
una buena gestión y a pesar de que se le reporta no hace ni dice nada”. Al
culminar con la entrevista, empezamos nuestra caminata para realizar tomas de
apoyo, bajo un inclemente sol, para luego esperar por el camino el pase de un
moto taxi y realizar el regreso a la ciudad de Íllimo, lo que felizmente no
demoro mucho.
De regreso a Íllimo
Una vez de regreso a Íllimo nos dirigimos
a la municipalidad, la cual está frente a la plaza del lugar, para
entrevistarnos con el alcalde, pero antes de hacerlo, pasamos por la oficina de
defensa civil, en donde nos atendió Miguel Siesquen Chapoñan quien ocupa el
cargo de jefe de esta área, además de ocupar el cargo de secretario general de
la municipalidad y también como el de brindar el acceso de la información
pública, quien nos dijo “Cada caserío cuenta con su sistema de agua y es
administrado por el JASS, la municipalidad con su gestión construyo los
sistemas de agua pero al concluirse fueron transferido a estas juntas
administradoras, y ellos son los que administran el servicio, como por ejemplo:
recursos económicos de la misma población. Todas las viviendas contribuyen en
el servicio básico del agua y dan una cuota mensual”
– al escucharlo, me atreví
a preguntar: ¿En este caso los responsables de la falta de mantenimiento en los
caseríos, son los JASS no la Municipalidad?, a lo que me contesto: “No, la
Municipalidad cuando construyo los sistemas de agua los transfirió a las JASS,
porque la Municipalidad no se iba a hacer cargo de los sistemas de agua potable
en los caseríos”.
Ahora el tema que podemos notar a raíz
de esta entrevista, es que tal como nos contó el Jefe de la Oficina de Defensa
Civil y Secretario General de la Municipalidad, es que la Municipalidad cuenta
con 180, 000 mil soles de los cuales el 50% va para gasto corriente, si el monto restante que equivale a 90, 000
soles – pensamos - no les abastece para
ayudar a los caseríos con problemas del agua, como se pretende decir que las
JASS a cargo del cobro del agua en los caseríos con un promedio de 5 a 10 soles
mensuales, donde el estimado de viviendas es en Torromotal de 26 recaudando un
promedio de S/.130 mensuales y en Chirimoyo de 280 viviendas recolectando un
promedio de s/.1400 mensuales por el cobro del agua. A partir de estas
estadísticas ¿Es apto para las JASS de cada caserío solventar la ayuda del
problema creciente del agua, cuando ni ellos mismos con el monto que reciben
mensual no los pueden ayudar a mejorar?
Como nuestro siguiente entrevistado, José
Acosta Santamaría, responsable del Área técnica municipal de agua y saneamiento
(ATMAS), se encontraba a pocos metros de la oficina de defensa civil. Nos
declaró con voz muy baja como si no estuviera seguro de lo que decía ante la
cámara, nos dio a notar de esta forma su inexperiencia en el tema del agua en
los caseríos, su declaración (lo mejor que pudimos rescatar debido a su débil
tono de voz) se resumió en: “La preocupación es del alcalde por parte de estas
comunidades, justamente yo como responsable del ATMAS he hecho un plan de
trabajo para el mantenimiento de los tanques y el sistema de redes, también
para la compra de clorinadores que ya se compraron por parte de la
Municipalidad, ahora estamos viendo para en estas semanas ir a Chirimoyo y
Torromotal que son los caseríos que faltan”
-al oírlo sin más preámbulo de
digo: ¿Entonces se diría que es un problema que se solucionara en estas
semanas?, a lo que el antes de responder se queda pensando y demora un poco en
responder mi pregunta afirmando lo siguiente: “El problema no es solo del mantenimiento
del tanque sino la calidad de agua que en Chirimoyo y en Torromotal es
salitrosa”.
Habiendo sacado previa cita con Juan
Pablo Santamaría Baldera, alcalde del distrito de Íllimo, nos reunimos con él y
le preguntamos sobre la situación de los caseríos y que ha venido haciendo
durante sus 12 años de mandato con el tema del agua, a lo que con tranquilidad
nos dijo lo siguiente: “Cuando nosotros ingresamos prácticamente los caseríos
no tenían agua potable, abasteciéndose de norias, así es que nosotros a través de
diferentes proyectos les colocamos los servicios de agua, a través de pozos
comunales y un tanque elevado que puede abastecer a sus viviendas. Hasta ahora
no hemos tenido problemas, salvo en el caso de Chirimoyo y Torromotal, que son
problemas de filtraciones, ya que por ejemplo, en el caserío de Chirimoyo
siembran arroz en el verano y las filtraciones con residuos de pesticidas, afectan
la calidad del agua. En el caso de Torromotal la pendiente es bastante baja,
hay una laguna ahí, en donde todos los agricultores hacen desagüe del agua de
sus chacras a esa laguna” Antes que siga explayándose, intervengo y le
pregunto: Pero sabemos que la Municipalidad en estos casos tiene que velar por sus
pobladores para que ellos no pasen por este tipo de riesgos para su salud,
nosotros hablamos con Raúl Yauce presidente de la JASS en Torromotal y nos dijo
que no recibe apoyo de ningún tipo- ante esta pregunta el alcalde contesto: “Bueno, yo no quiero ir
más allá, pero en el caso Torromotal para el presidente Raúl Yauce, no soy de
su simpatía, entonces no se puede coordinar una ayuda por más que yo lo quiera,
pero aun así hemos ayudado y nos hemos hecho presente. Chirimoyo tiene los
mismos problemas del agua, sin embargo nosotros hemos ayudado porque se dejan
ayudar, en los meses de verano cuando se complicaba el abastecimiento de agua nosotros
les hemos elevado cisternas con agua. Sí un caserío comunica, si hay una buena disposición,
nosotros vamos a ayudar”
Conclusiones
Las Juntas Administradoras de
Servicios de Saneamiento (JASS) son organizaciones elegidas voluntariamente por
las comunidades y se constituyen con el propósito de administrar, operar y
mantener los servicios de saneamiento de uno o más centros poblados del ámbito rural. Se llama
servicios de saneamiento a los servicios de agua potable y disposición
sanitaria de excretas. (Decreto Ley Nº 26338, texto único ordenado del
Reglamento de la Ley General de Servicios de Saneamiento). Estas organizaciones cuando necesitan de apoyo técnico, financiero
o administrativos, la Municipalidad distrital es la primera institución a la que
ellos deben recurrir, ya que el presupuesto participativo, es su herramienta financiera.
Entonces si la municipalidad no pudiera atender estos problemas, las JASS deben
solicitarla a otras instituciones. Si analizamos el tema de las JASS
relacionado a la Municipalidad, podemos sobrentender que esta es su principal fuente
de ayuda, porque al requerir de la ayuda de otras instituciones el acceso a esta,
sería muy complicada.
Con toda la información recopilada y al conocer diferentes
versiones y testimonios, recordábamos lo contado por cada uno de los personajes
que describen una problemática desde distintas apreciaciones en este distrito.
Si bien el alcalde nos dijo antes de finalizar la entrevista
que “Íllimo tiene 20 caseríos… Pero es lógico darse cuenta, si este problema
fuera la matriz de todo, de los 20 caseríos hubieran 12 con los mismos
problemas, pero son dos, uno que no se deja ayudar y otro que tiene
dificultades pero si deja ayudarse, saquen sus propias conclusiones”. Sin
embargo esto no nos aleja del problema, ya que al ir a Torromotal y ver
directamente la preocupante calidad del agua de la que ellos se abastecen y al
abandono que presentan esas mismas fuentes de suministro, la realidad es
ineludible a pesar de que el teniente gobernador de esa zona negara lo evidente.
Ir Chirimoyo y pasar por la posta y constatar que aquel centro de salud estuvo
sin agua por 8 meses no es porque “no se quieran ayudar” como menciono el
alcalde sino porque no han recibido ayuda de ningún tipo, como también lo manifestó
el presidente de la JASS en ese lugar, Pedro Santa María Morales, con mucha
amargura.
No obstante pasando por el centro de
Íllimo uno se percata que se vive un clima político agitado, como lo fue aún
más en elecciones pasadas con resultados violentos. Aquí cada partido político
tiene su local en cada extremo que rodea el parque principal y este clima de tensión
parece influir en la manera de actuar tanto de quienes están en un cargo como
de quienes presentan estos problemas.
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